por Eduardo Farías A.
En esta reseña, escrita desde el gusto, quiero hablar brevemente de un libro breve pero intenso: La marca del fuego, de Macarena Solís. Este poemario ha sido publicado por Ediciones Oxímoron, editorial que incursiona en la búsqueda de poemarios fuera del circuito profesional de escritores al que estamos habituados. Macarena Solís aparece desde Valdivia con un libro sorprendente: La marca del fuego. El acierto de Ediciones Oxímoron es, justamente, refrescar el ambiente literario con la grata sorpresa, tal como sucede con este libro. Otro acierto se encuentra en el diseño editorial: el diseño de la cubierta se sigue desarrollando en el interior del libro en aquellas páginas que contienen información editorial, como la portadilla, la portada, la hoja de créditos, e incluso las páginas en blanco. El único ajuste en esa lógica de diseño sería repensar la diagramación del índice (guerra al típico índice de puntitos) y el juego de color en el código de barras.
Macarena Solís no solo es poeta, también es bioquímica, este dato que explica el uso de términos científicos en el poemario. La marca del fuego comienza con la aparición consciente de una hablante, quien existe y logra construirse desde la separación de un otro génerico: “No soy tú. // Soy más lejana a ti que la verdad. // Todo el resto / es relativo y discutible. // Todo el resto / es libertad” (9). La identidad de la hablante es un tema recurrente en el libro, sin embargo, el proyecto poético está en otro punto; la pregunta sobre el para qué escribir, a lo que la hablante responderá: “No quiero poesía críptica. // Quiero descifrar el puzzle / trazado en el camino de tierra / que recorro cuando busco” (11). Macarena Solís escribe sobre la vida, sobre la existencia, sobre la presencia de un otro con quien la relación y la distancia están marcadas por la violencia; tópicos que, en este libro, son tratados con profundidad, esa profundidad oscura que ilumina: “A la vida no le importa / la forma invisible en que camino. // Solo es cierto / el baile de los restos / el fluir de abrazos microscópicos / estallidos moleculares / para los que somos un disfraz” (13). Así, la vida se piensa y se juzga desde una hondura poética notable que funciona a lo largo del libro, es decir, constantemente Macarena Solís nos sorprende: “No hay moral / en nada que sea honesto / ni en la lluvia / ni en las danzas exquisitas / que transforman diariamente / los cadáveres de sal” (18).
Para terminar, La marca del fuego es un libro breve, son solo 26 poemas que concentran un devenir poético notable, con pausas, valles y cordillera; este poemario nos habla de la existencia, de la construcción de identidad, del otro, de la violencia, de la marca del fuego: en síntesis, de lo humano.
Macarena Solís
La marca del fuego
Ediciones Oxímoron (2016)
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Eduardo Farías Ascencio (Santiago, 1985) es Licenciado en Letras Hispánicas PUC y Magíster en Edición por la Universidad Diego Portales/Pompeu Fabra. Ha publicado poemas y críticas en diversos medios. Se ha desempeñado también como editor en la Revista Grifo. Actualmente es director editorial de Gramaje Ediciones.